En el Bar Plaça Mont-roig, ubicado en el corazón de la plaza de Miramar, hay pequeños detalles que convierten cada visita en algo especial. Más allá de su cocina casera y sus tapas para compartir, hay dos protagonistas que nunca fallan: una cerveza bien fría y un café servido en su punto. Son complementos sencillos, pero imprescindibles para completar cualquier momento del día.
El café de la mañana: el primer buen día
Desde las 6:30 h, el Bar Plaça abre sus puertas con el aroma del café recién hecho. Ya sea para empezar el día con energía o hacer una pausa, el café es una de las bebidas más pedidas. Acompañado de un bocadillo recién hecho o una tortilla de patatas, se convierte en el desayuno ideal.
La calidad del café y el ambiente tranquilo invitan a una pausa sin prisas, con vistas a la plaza y al despertar del pueblo.
El vermut del mediodía: cerveza y tapas para compartir
Cuando la mañana baja el ritmo, llega la hora del vermut. Y no hay vermut sin una buena cerveza fría. La cerveza es una de las bebidas más populares del Bar Plaça, especialmente si viene acompañada de tapas caseras para compartir: bravas, calamares, croquetas…
En la terraza, bajo el sol o a la sombra, el ritual del vermut es casi sagrado. Es el momento de reunirse, conversar y disfrutar de la vida del pueblo. La cerveza no es solo una bebida: es parte del ambiente.
Una bebida para cada momento del día
Desde primera hora hasta las 24 h, el bar sirve bebidas que acompañan sus platos. Por la tarde, un café para una pausa tranquila; por la noche, una cerveza para cerrar el día con una cena casera.
La esencia del Bar Plaça está en ofrecer productos honestos, bien servidos, que acompañen cada momento.
Ven a disfrutar el momento
Con cocina casera, tapas para compartir y un ambiente acogedor, el Bar Plaça Mont-roig te ofrece más que comida: te ofrece momentos. Y muchos empiezan o terminan con una buena bebida en la mano.