El desayuno de tenedor es mucho más que una comida. Es una tradición arraigada en muchos pueblos catalanes y, por suerte, en Montroig todavía la vivimos como se ha hecho toda la vida: sin prisas, con platos de siempre y compartiendo un rato con amigos, familia o vecinos. Es una forma de empezar el día con ganas y con el buen gusto de la cocina de toda la vida.
A diferencia del desayuno rápido y ligero que muchos hacemos entre semana, el de tenedor es una comida completa, caliente y sabrosa, que normalmente se disfruta los fines de semana o en días especiales. Y aunque cada bar y cada casa tiene sus costumbres, hay algunos elementos que no pueden faltar si quieres preparar uno como es debido.
Platos principales con carácter
La esencia del desayuno de tenedor es el plato principal. Aquí es donde hay variedad y tradición: huevos fritos con tocino o butifarra, tortilla de patatas, albóndigas con salsa, pies de cerdo… Son platos potentes, de sabor intenso, pensados para llenar la barriga y coger energía. Algunos pueden variar según temporada o zona, pero todos tienen un punto en común: son platos de cocina casera, bien hechos y con productos de calidad.
El pan con tomate: el gran imprescindible
Ningún desayuno catalán está completo sin un buen pan con tomate. El pan de payés, tostado en su punto, con tomate maduro, un chorro de aceite de oliva y un poco de sal es el complemento ideal para cualquier plato. No importa si lo zumas antes de empezar o si lo utilizas para acabar la salsa del plato: es un elemento clave y muy nuestro.
Y para beber… lo que te apetezca más
El clásico del desayuno de tenedor una cerveza bien fresca. Pero también hay quien prefiere un café, un refresco o simplemente agua. Lo importante es que te sientas cómodo y que lo disfrutes.
Si quieres disfrutar de un buen desayuno de tenedor sin tener que cocinar, te esperamos en el Bar La Plaça Montroig. Cada fin de semana preparamos platos caseros con mucho gusto, pan con tomate como toca y un ambiente de pueblo que invita a quedarse. Además, disponemos de una gran terraza exterior ideal para desayunar al sol o al fresco, según la época del año.
Da igual si vienes solo, con la pareja o con pandilla: aquí siempre encontrarás buen ambiente, comida que trae salivera y un servicio cercano.
Tradición, sabor y buen ambiente
El desayuno de tenedor no es sólo comer: es cultura, identidad y un placer que vale la pena conservar. En Montroig, todavía lo vivimos como es debido. ¿Te apuntas?
